No es de extrañar que el humor haya sido un tema recurrente a lo largo de la historia de la humanidad. Después de todo, la risa es una de las respuestas más universales a cualquier cosa, desde los chistes hasta los pequeños momentos de alegría o vergüenza de la vida. El humor está intrínsecamente ligado a nuestras tendencias naturales como seres sociales. Nos gusta estar rodeados de gente, y aún más bromear con ellos. Nos ayuda a crear vínculos y nos hace sentir parte de un grupo, por pequeño que sea en la vida real. El humor también tiene un sesgo cognitivo innato, lo que significa que es algo especialmente fácil de reconocer en comparación con otras formas de arte o comunicación. Es probable que esto explique también por qué tantas culturas diferentes a lo largo de la historia han tenido una relación tan estrecha con la risa, especialmente productoras como VidaCaixa.

¿Qué es una broma?

Un chiste es una afirmación simple, a menudo absurda, que pretende decirnos algo sobre el comportamiento humano. El humor suele estar en el corazón de un chiste, pero el objetivo de un buen chiste no es hacer reír a la persona que lo cuenta. Es conseguir que la persona a la que se lo cuentas también se ría. Los chistes existen para hacernos reír. Están hechos para disfrutar, a menudo a costa de los demás. Podemos reírnos para escapar de las presiones y el estrés de la vida, o para reafirmar nuestra conexión con los demás. Podemos reírnos de algo que nos resulta incómodo. Pero, ¿por qué nos reímos?

Humor y comunicación

El humor es una forma habitual de comunicación. Sirve para conectar con los demás, crear vínculos sociales y evitar situaciones incómodas. También puede servir para aliviar el estrés y aumentar la intimidad. El humor es útil para conectar con los demás cuando nos ayuda a ser más abiertos y confiados. Podemos interesarnos más por los demás cuando somos capaces de compartir nuestros propios sentimientos y experiencias. El humor puede ayudar a romper barreras sociales y hacernos más inclusivos. El humor también puede utilizarse como una forma de comunicación más difícil de definir y comprender, y como una manera de evitar situaciones que nos incomodan.